Nací en el año 1966 y, desde siempre, la mejor manera de curar un dolor de cabeza fue poniéndome a leer un libro. El silencio del estudio me daba paz y mi escritorio siempre mi rincón favorito de la casa “¿Dónde está Maca? – preguntaban las visitas – En su cuarto, estudiando o leyendo”. Así crecí y así sigo siendo hoy. Casera, casera y más casera.

Estudié matemáticas por purita casualidad, y estos estudios me marcaron para el resto de mi vida. Al principio no supe apreciar la suerte que tenía y creo que la edad en la que nos toca estudiar una carrera universitaria no es la mejor desde el punto de vista del grado de atención que prestas a las cosas serias. Pero, bueno, como era buena estudiante, saque la carrera con notas más o menos decentes. De esa etapa de mi vida no recuerdo muchas cosas (mi memoria no es del todo buena), pero tras esos cinco años estudiando dicha ciencia, mi cabeza y mi modo de pensar quedaron marcados para siempre. Había gestado en mi interior una INTELIGENCIA ANALÍTICA.

Continué formándome, primero con un máster en dirección de empresas, y segundo con un doctorado en economía cuantitativa, cuya tesis dejé abandona a la mitad, para dedicarme a lo que siempre me había atraído: el mundo de la empresa. Tuve la suerte de empezar a trabajar en la Compañía que calculaba todas las medidas de audiencia de la televisión. Eso me dio mucha formación en el mundo de la publicidad y de los medios. Aplicaba matemáticas allí donde podía. Y siempre eran bien recibidas. De allí me fui a trabajar a una agencia de medios, donde estuve muchos años, hasta que monté mi propia empresa de matemática aplicada, Conento, que ha llegado a ser la empresa líder en Data&Analytics en España.

Lo que me gusta de las matemáticas es su cercanía a la verdad. Su coherencia. Puedes estar una tarde discutiendo de política, de filosofía, incluso de historia. Pero poca gente se atrevería a discutir sobre la certeza de que 2+2=4.

El objetivo de este blog es doble. Por una parte, poner al alcance de todos material útil en este campo. Por otra, seguir estando yo misma al día y forzarme a no dejar de estudiar.

¡Bienvenidos!