Los departamentos de investigación de muchas empresas multinacionales funcionan con una casa matriz y sus respectivas unidades locales. Algunas veces, cuando tienen necesidades de investigación, consultan con la casa matriz la disponibilidad de estudios o metodologías ya desarrolladas. Otras, deciden de motu proprio y realizan por su cuenta los estudios, o compran bases de datos para hacerlos. En este segundo caso, con el paso de los años, son muchas las empresas que tienen estudios o bases de datos repetidas, heterogéneas, con imposibilidad de hacerlas comparativas, mal negociadas, etc. En general, esto lleva a una pérdida de eficiencia de las compañías, cuyos departamentos de compras no tienen sencillos modelos matemáticos que se pueden aplicar. Con una pequeña investigación y análisis que la casa matriz llevara a cabo se podría conseguir:
- Minimizar el gasto y maximizar la homogeneización, a partir de realizar una valoración técnica de los estudios o bases de datos con contratación local, que permita conocer cuáles son realmente importantes y cuáles no.
- Poder recomendar futuras contrataciones, a partir de establecer criterios como uso, licencias, países, costes, etc.
Vemos en la Fig1 los pasos que se deben seguir en un proceso de este estilo.
La definición del cuestionario es trascendental y en estos casos es bueno que se incluyan tanto criterios objetivos como subjetivos. Podría darse el caso de un estudio que se saliera de las características comunes pero que fuera realmente importante para un país. Si son varios los criterios en cada caso, podemos llegar a un índice objetivo y a un índice subjetivo. En un análisis de este tipo que han hecho una pareja de analistas en Conento, se observaba que en general había una relación entre los dos índices, si bien es verdad que existían varios casos en los que los estudios eran considerados con una importancia objetiva baja y, sin embargo, una importancia subjetiva media (Fig2).
El uso que se dé a los estudios va a ser fundamental. No es lo mismo un estudio que se contrata para usarlo una vez al año, que otro cuyo uso es diario. De la misma forma, un estudio puede servir a un solo departamento o a muchos, es decir, puede ser usado por pocas personas o por muchas. Todo esto deberá ser considerado en la valoración final.
Por último, enfrentaremos la valoración final con la variable Coste del Estudio, cuya definición y tratamiento va a ser fundamental. Habrá que decidir si dicho coste se va a tratar de forma comparativa a nivel global (llevar la divisa a la de la casa matriz y tratar todos los costes de manera única) o si preferimos tratarlo en función de lo que dicho coste represente localmente. Además, no vale lo mismo contratar un estudio cuya muestra sea representativa de US, que en el caso de España. De igual manera, hay estudios cuyo coste puede ser alto pero que la importancia subjetiva de los mismos sea tan alta que merezca la pena el gasto.
Todo este análisis llevará finalmente a un modelo que relacione el coste del estudio o de las BBDD con el índice de valoración de los mismos y que nos permitirá:
- Conocer qué estudios y en qué países tienen un coste alto para la valoración final que han obtenido. Esto nos ayudará a decidir si merece la pena seguir con dichos estudios.
- Usar los costes esperados que nos da el modelo para negociar con los proveedores de los estudios y tener una cota de precio máximo que estamos dispuestos a pagar.
- Podremos comparar estudios similares por países y marcar también objetivos aprendiendo de otros países, además de homogeneizar los estudios y bases de datos en diferentes países.
Con una investigación sencilla y un modelo también sencillo, las empresas pueden llegar a ahorrar considerables cantidades de dinero según cómo se maneje la contratación de estudios de investigación y/o bases de datos.
