Empecemos por entender qué es una Singularidad, un concepto que tiene su definición base en las matemáticas.
Si observamos la Figura1, vemos una función que tiene una característica interesante: a medida que x se acerca a 1, la función crece y crece, cada vez más rápido, hacia un valor infinito que nunca alcanza.
¿Y por qué nunca alcanza el infinito? Lo mejor es que hagáis la prueba. Por ejemplo, tomáis x=0,999, ¿cuánto vale y? y=999 ¿Y si x=0,9999? y=9999. Así podríamos estar hasta nunca acabar, solo añadiendo un 9 más cada vez.
En x=1 tenemos lo que se denomina una Singularidad. Cuando x=1, el denominador (1-x)=0, y tenemos 1/0, que viene a ser la inversa del cero ¿La inversa de la nada? El todo, el infinito.
Pues bien, el equipo de investigadores de la Singularity University, afirman que en el año 2045 se va a producir una Singularidad Tecnológica.
Esto quiere decir que el desarrollo de la inteligencia artificial llegará en ese momento a un punto en el que será tan avanzado y rápido que ningún ser humano será capaz de entenderla o de predecir su comportamiento.
Si observamos la Figura 2, vemos como esto va a suceder en los próximos años. Si comparamos la velocidad a la que se produce el cambio en el año 2045, nos damos cuenta de que en el año 2017 o el año 2022, parece que nada se mueve.
O sea, que cada vez que pensamos que «la cabeza no me da para más» o que «todo avanza demasiado rápido» ¡Eso no es nada en comparación con lo que nos espera!
Ahora bien, ¿cómo nos vamos a acercar al año 2045? Con el paso del tiempo.
¿Y cómo podemos representar el tiempo? Según la mecánica clásica, el tiempo se puede representar como una línea recta, que viene del pasado, pasa por el presente y va hacia el futuro.
Con una característica particular: el pasado marca el presente y éste el futuro. Si cualquier cosa hubiera sucedido de manera diferente, todo podría haber cambiado.
Este es en cierto sentido el carácter «azaroso» de la vida, el libre albedrío, que caracteriza al ser.
Ahora bien, regresando al pronóstico para el año 2045, la Singularidad Tecnológica va a estar liderada por 3 grandes explosiones:
- BIOLOGÍA: Superaremos condicionamientos biológicos como el envejecimiento.
- NANOTECNOLOGÍA: Cambiaremos la materia átomo a átomo y crearemos un horizonte de abundancia material
- ROBÓTICA: Crearemos una inteligencia artificial fuerte, de nivel humano
Las máquinas van a tomar sus propias decisiones cada vez más ¿Y cómo lo harán? A partir de algoritmos, que no son sino conjuntos prescritos de instrucciones o reglas bien definidas, ordenadas y finitas que permiten llevar a cabo una actividad mediante pasos sucesivos que no generen dudas a quien deba hacer dicha actividad.
O dicho de manera más sencillas, reglas matemáticas, que son exactas.
Con la llegada de las máquinas el azar desaparece.
Pasamos de la recta al círculo, como vemos en la Figura 4.
Porque la máquina, dado un momento determinado, una situación determinada, siempre tomará la misma decisión.
Incluso si las máquinas deciden con algoritmos donde exista la generación de números aleatorios, por la aleatoriedad no llegamos a la libertad. Para que una acción sea libre necesitamos no que no esté determinada por nada, sino que esté determinada por nuestra voluntad, por nuestras preferencias, valores, deseos… y los actos aleatorios, evidentemente, no lo están.
Con la llegada de las máquinas, el ser va a perder el libre albedrío.
Dicen que los agujeros negros son Singularidades ¿Acaso no estamos todos intentando predecir cada vez más qué vas a hacer en el minuto siguiente para poder ofrecerte mi producto? ¿Estamos llevando a la sociedad hacia un agujero negro?
¿Todo esto tiene alguna solución?
Desde luego se me ocurren 3 cosas por las que empezar:
- Necesidad de formarnos y entender qué decisiones tomamos y qué implican
- Cada compañía debe desarrollar su propio código de uso responsable de la inteligencia artificial
- No olvidarnos de cultivar el alma, que es precisamente lo que nos diferencia de las máquinas
Está claro que nos va a tocar saltar al infinito, pero vamos a intentar mantener el equilibro. Os dejo una simpática pista de cómo hacerlo.
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